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Nuevo Testamento de Satán

Extracto del libro "Sociedades Secretas, revelaciones del Siglo XX" (descargar)
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26 abr 10. Los sionistas de la familia Rothchild financiaron el impulso de los Illuminati para dominar el mundo hace un para de siglos. Trazaron la Agenda a seguir, y se está cumpliendo, tal como denunciamos en ArucasBlog. Este escrito refleja fielmente sus artimañas, que les han llevado a controlar el mundo hoy día, y nos preparan para el escenario final que desencadenará la implantación del Nuevo Orden Mundial.

Conocemos cuál era la verdadera ideología de Weishaupt (Fundador de los Illuminati, financiado por los Rothchild) gracias un documento conocido con el nombre de Nuevo Testamento de Satán, fieramente guardado por los Iluminados de Baviera. Presento aquí ese documento intencionadamente, ya que siempre están aquéllos que dudan de la veracidad de los Protocolos de los Sabios de Sión. Quizá para esas personas sea más fácil que acepten mi exposición y sigan leyendo el libro si no empleo la palabra judío. Este documento sólo llegó a ser accesible al público en 1875, cuando un mensajero de los Iluminados de Baviera, durante su cabalgada de Frankfurt a Paris, fue alcanzado por un rayo. El incidente permitió que se tuviera conocimiento de una parte de las informaciones relativas a una conspiración mundial.

He aquí el contenido del documento:

El primer secreto para dirigir a los seres humanos y ser el dueño de la opinión pública es sembrar la discordia, la duda y crear puntos de vista opuestos durante el tiempo necesario para que los seres humanos, perdidos en esa confusión, no se entiendan más y se persuadan de que es preferible no tener opinión personal cuando se trata de asuntos de Estado.

Es necesario atizar las pasiones del pueblo y crear una literatura insípida, obscena y repugnante. El deber de la prensa es el de mostrar la incapacidad de los no iluminados en todos los dominios de la vida religiosa y gubernamental.

El segundo secreto consiste en exacerbar las cobardías humanas, todos los malos hábitos, las pasiones y los defectos hasta un punto en el que reine total incomprensión entre los seres humanos.

Principalmente es preciso combatir a las personalidades fuertes, que son los mayores peligros. Si demuestran un espíritu creativo, producen un impacto más fuerte del que millones de personas mantenidas en la ignorancia.

Envidias, enconos, disputas y guerras, privaciones, hambre y propagación de epidemias deben agotar a los pueblos a tal punto que los seres humanos no puedan ver otra solución que la de someterse plenamente a la dominación de los Iluminados. Un estado agotado por luchas interinas o que caiga en poder de enemigos extranjeros después de una guerra civil, está condenado en cualquier caso al aniquilamiento y acabará quedando en poder de éstos. Es necesario acostumbrar a los pueblos para que tomen la apariencia del dinero como verdad, a satisfacerse con lo superficial, a desear solamente conseguir su propio placer, agotándose en una búsqueda sin fin de novedades, y, al final de todo, seguir a los Iluminados.

Éstos consiguen su finalidad recompensando bien a las masas por su obediencia y atención. Una vez que la sociedad esté depravada, los seres humanos perderán toda fe en Dios. Objetivando su trabajo de palabra y por escrito y dando prueba de adaptación, dirigirán al pueblo según su voluntad.

Es necesario deshabituar a los seres humanos a pensar por sí mismos. Les daremos una enseñanza basada en lo que es correcto, y ocuparemos sus mentes en contiendas oratorias que no pasan de simulaciones. Los oradores entre los Iluminados repetirán las ideas liberales de los partidos hasta el momento en el que los seres humanos se sentirán tan cansados que se aburrirán de todos los oradores, sea cual sea su partido.

Por otro lado, es necesario repetir incesantemente a los ciudadanos la doctrina de Estado de los Iluminados para que permanezcan en su profunda inconsciencia. La masa, estando ciega, insensible e incapaz de juzgar por sí misma, no tendrá derecho a opinar en los asuntos de Estado, pero deberá ser regida con mano dura, con justicia, pero también con implacable severidad.

Para dominar al mundo es necesario emplear vías indirectas, desmontar los pilares sobre los que reposa toda verdadera libertad (la jurisprudencia, las elecciones, la prensa, la libertad personal y, principalmente, la educación y formación del pueblo) y mantener el más estricto secreto sobre toda esta acción. Minando intencionadamente las piedras angulares del poder del Estado, los Iluminados harán de los gobiernos su acémilas hasta, que de puro cansancio, prescindan de todo su poder.

Es preciso exacerbar en Europa las diferencias entre las personas y los pueblos, atizar el encono racial y el desaire por la fe, a fin de que se abra un foso infranqueable, para que ningún estado cristiano encuentre sostén. Los demás Estados deberán negarse a unirse con él contra los Iluminados, por miedo de que esa toma de posición les perjudique. Es necesario sembrar la discordia, las perturbaciones y las enemistades por todas partes de la Tierra, para que los pueblos aprendan a conocer el miedo y no sean capaces de oponer la menor resistencia. Toda institución nacional deberá realizar una tarea importante en la vida del país para que la máquina del Estado quede paralizada cuando una institución se retire.

Es necesario escoger a los futuros jefes de Estado entre aquéllos que sean serviles e incondicionalmente sumisos a los Iluminados, y también entre aquéllos cuyo pasado tenga manchas escondidas. Ellos serán los ejecutores fieles de las instrucciones dadas por los Iluminados. Así será posible para estos últimos transformar las leyes y modificar las constituciones. Los Iluminados tendrán en sus manos todas las fuerzas armadas si el derecho de ordenar el estado de guerra es conferido al presidente.

Por el contrario, los dirigentes “no iniciados” deberán ser apartados de los asuntos de Estado. Será suficiente hacerlos asumir el ceremonial y la etiqueta en uso en cada país.

La sobornabilidad de los altos empleados del Estado deberá impulsar a los
gobernantes a aceptar préstamos externos que les endeudarán y les convertirán en esclavos de los Iluminados; en consecuencia las deudas de Estado aumentarán sensiblemente, suscitando crisis económicas y retirando repentinamente de circulación todo el dinero disponible. Esto provocará el desmoronamiento de la economía monetaria de los “no iluminados”.

El poder monetario deberá alcanzar con mucha lucha la supremacía en el comercio y en la industria, a fin de que los industriales aumenten su poder político por medio de sus capitales. Aparte de los Iluminados (de quién dependerán los millonarios, la policía y los soldados) todos los otros no tendrán nada en posesión. La introducción del sufragio universa(derecho de voto a todos los ciudadanos) deberá permitir que solamente prevalezca la mayoría.

Acostumbrar a las personas a la idea de autodeterminarse aportará la destrucción del sentido de familia y de los valores educativos. Una educación basada en una doctrina falsa y enseñanzas erróneas embrutecerá a los jóvenes, pervirtiéndolos y volviéndolos depravados. Ligándose a las logias francmasonas ya existentes y creando aquí y allá nuevas logias, los Illuminati alcanzarán la finalidad deseada.

Nadie conoce su existencia ni sus fines, y mucho menos esos embrutecidos que son los no iluminados, que son invitados a formar parte de las logias francmasonas abiertas, donde lo único que se hace es echarles polvo en los ojos. Todos estos medios llevarán a los pueblos a pedir a los Iluminados que tomen las riendas del mundo. El nuevo gobierno mundial debe aparecer como protector y benefactor de todos aquéllos que se sometan libremente a él (a la ONU) . Si un estado se rebela, es necesario incitar a sus vecinos a guerrear contra él. Si ellos desean aliarse, es necesario desencadenar una guerra mundial.

Coralf: Maitreya, der kommende Weltlehrer. Maitreya, el futuro maestro del mundo - Konny-Verlag, 1991, p.115 y S.

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