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¿Cambiar el mundo? Empieza por tí mismo
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Crisis
29 feb 12. Entonaba Brassens que "en el mundo no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado", en referencia a aquella sociedad de los años 60 que no aceptaba a los que pensaban diferente. Viene esto a cuento por tanta convocatoria de los sindicatos traidores, CCOO y UGT, para salir a la calle en protesta por la Reforma Laboral.
Ahora, funcionarios, liberados sindicales y empleados fijos privilegiados ven por vez primera que el gobierno mete la mano en sus bolsillos y en su status de paz laboral, y toman la calle en procesión tras las banderas traidoras. A estos, cuando en la calle se defendía la Sanidad y la Educación Pública, los derechos de los saharauis, el puerto de Granadilla, la Macrocárcel, la 3ª pista de Gando, Cho Vito, las privatizaciones, la Gran Marina, etc, etc, etc, y sobre todo, las primeras protestas contra el gobierno del PSOE, nunca les ví, no era su guerra, no había banderas al frente sino muchas dispersas.
El sistema, el Poder, absorbe y asimila sin mayor esfuerzo la respuesta de estos sindicatos en las calles, ya que ellos mismos la controlan porque forman parte de su Agenda cuando crean un problema, esperan la reacción, y nos venden la solución. Es la disidencia controlada, que retrató de manera lamentable un sindicalista madrileño invitando a los compañeros a beber cerveza una vez acabada la farsa.
No creo en la calle, salí escaldao. Después de gritar una hora en la calle, unos pasan días en centros comerciales adorando al becerro de oro, o consumiendo famoseo frente a la caja tonta mientras la publi les mete un bombardeo, adorando a Messis y Ronaldos y a la prolongación de su ego en forma de coche, o con el móvil pegado a la oreja avisando de que va subiendola escalera y tragando comida basura alardeando de sus progresos en sesiones de tortura muscular.
Beben Coca Cola con aspartame, comen carne a base de hormonas de MacDonalds, visten ropa hecha con sudor infantil, usan móviles de negro coltán, tarjetas de los mismos bancos que nos están robando, Ipod, Ipad, Iphone... ¿Así vas a cambiar el mundo? Empieza por tí mismo, tíralo todo a la basura, compra productos locales, apaga la caja tonta, destierra de tu vida la odiosa etiqueta de consumidor. No somos consumidores, somos personas. Yo ya lo hago, y ni soy abanderado ni sigo a ninguno. Así se tambalearía este sistema, no enfrentándose a él sino dándole la espalda.
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