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Con la que está cayendo, con un estado español a punto de ser rescatado debido al saqueo al que lo han sometido, con un gobierno inútil, cobarde y vendido, el 15-M no aparece. El Pueblo, la ciudadanía, no escucha cornetas que le pongan en pie porque es esto precisamente el motivo por el que se creó el 15-M, guardar silencio para inmovilizar cuando convenga. Y conviene ahora que el saqueo sea bien cómodo.
Si por algún motivo el personal se desmadra y aparecen grupos con gancho suficiente como para movilizar el cabreo, el hartazgo y la indignación, tengan por seguro que el 15-M reaparecerá, hará el paripé por un tiempo y de nuevo, gestionará la disidencia y se esfumará apagando la llama. Basta con anunciarlo en los medios de comunicación, que por si queda duda, son del propio sistema que nos somete.
Sólo entiendo una lucha eficaz: la de cada individuo que dé la espalda al sistema comprometiéndose en su vida diaria a no utilizar las armas que sostienen esta dictadura del dinero, a consumir lo indispensable, a apagar la caja tonta y no tragarse sus anuncios y su adoctrinamiento mental, a tirar tarjetas bancarias y móviles innecesarios, a comprar y consumir productos locales, a trabajar por la autosuficiencia energética y alimentaria, a despreciar las marcas, a cancelar cuentas bancarias y meter los tres euros que tenga bajo la almohada, a despreciar esa etiqueta que nos denomina consumidores y no seres humanos.
El sistema que nos rapiña y somete es colosal, un monstruo, pero con pies de barro. La lucha no es de frente, la lucha es la no lucha dándoles la espalda y emprendiendo otro camino, el de la dignidad como seres humanos.
15-M, Anonymous, Wikileaks, partidos políticos, sindicatos verticales, medios de comunicación, armas del propio sistema, de los Amos.
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