16 oct 15. La putrefacta mafia sionista ya no se esconde para reconocer sus fechorías. Aunque hoy día el porno está incluso aceptado como normal por buena parte de la sociedad, hay otras connotaciones muy profundas que no vienen al caso en cuanto al consumo de pornografía y su repercusión en la psiquis humana.
A riesgo de ser tachado por los del todo vale de padecer estrecheces mentales, la cuestión no está en si consumir o no pornografía sino en las intenciones de esta mafia sionista y de sus jefes jesuitas que conocen nuestra mente incluso mejor que nosotros mismos y saben muy bien que un consumo masivo de pornografía aleja al ser humano de sus más profundos valores.
Tanto en los Protocolos de los Sabios de Sión como en el I Congreso Mudial Sionista, ambos a comienzos del pasado siglo, los sionistas dejaron bien claras sus intenciones de envenenar la mente de los goyim, o sea, nuestra mente.
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