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La Revolución Francesa es una de las grandes mentiras de la historia, porque nada cambió sustancialmente: el Antiguo Régimen fue reemplazado por la dictadura absolutista de Napoleón, un psicópata genocida masón que llevó a Europa a la destrucción durante casi 20 años. Después, volvió el linaje real a gobernar, con la única diferencia de que a la aristocracia de sangre se unieron las grandes fortunas de la industria.
Los campesinos de antes eran ahora obreros sobreexplotados que vivían en condiciones aún más deplorables, hacinados en tugurios inmundos en la periferia de las grandes ciudades. Al menos, en el campo, eran pobres, pero vivían en comunidades más solidarias y en contacto con la naturaleza. La Revolución Francesa y la Resistencia son dos mitos que los franceses han inventado para ponerse la medalla de pueblo revolucionario. Hasta el día de hoy.
Y la historia se repite. La misma élite que dio el golpe de timón en aquellos tiempos, engañando al planeta entero, continúa hoy al frente de este navío llamado tierra trazando un nuevo cambio de rumbo: el Nuevo Orden Mundial. Todas las falsas revoluciones, guerras preventivas, medios de comunicación, industria, etc etc etc están en sus manos para perpetrar el mayor engaño jamás conocido.
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